domingo, 28 de junio de 2009

La progresista y progresiva simpatía del candidato Frei

Más allá de las fantasías que despiertan las encuestas creíbles (a juicio de los entendidos: CEP y CERC) y de las sospechas de las no creíbles (demasiadas para enumerarlas), hay un hecho indiscutible: mientras Piñera no logra despegar y dejar definitivamente atrás a su contrincante, Frei ha crecido de manera pausada pero sistemática en la intención de voto. Al punto de alcanzar al candidato de la alianza, a seis alarmantes meses de la elección.
¿Qué pasó? ¿Cómo es posible que un candidato tan poco atractivo, que hasta hace algunos meses era apenas un dígito en el imaginario político, haya desarrollado ese ritmo ascendente que amenaza con arruinar una vez más el sueño presidencial de la derecha? Las hipótesis son muchas (entre ellas también la poco carismática y creíble figura de Piñera) y podrían copar varias páginas de este blog.
Me parece que la situación de Frei puede ser comparada con lo sucedido en Alemania a los DC Edmund Stoiber y Angela Merkel, actual canciller alemana. Stoiber perdió la elección ante el candidato socialdemócrata Gerhard Schröder en el 2002, lo que permitió a éste renovar su mandato. Pero en el 2005 Schröder fue desbancado por Merkel. Por escasos votos, pero los suficientes para encabezar la actual coalición.
¿Por qué es una situación comparable? Porque después de dos períodos de gobierno socialdemócrata y verde los ciudadanos alemanes se cansaron de las reformas neoliberales (para estándares europeos, se entiende). Los miembros de la DC llegaron a un punto en que su ideología humanista-cristiana no les permitía ir más allá y aparecieron abogando por derechos que otrora eran propiedad de la izquierda: protección de los trabajadores, de la familia, salarios dignos, trabajo estable, etc.
En otras palabras, lo conservadores comenzaron a ganar adherentes frente al liberalismo desencantador de la centro-izquierda. Así, los antipáticos se convirtieron en simpáticos y sus reformas, que buscaban mejorar la recientemente debilitada protección social, se hicieron atractivas. No bastó para Stoiber, pero sí para Merkel.
Algo similar ocurre en Chile. Luego de dos gobiernos de izquierda (si no fuera por la ayuda social que han dado al 20% más pobre de la población casi no se podría decir que han sido tales) y ante un Piñera que ofrece soluciones por la vía del mercado, la opción de Frei comienza a aparecer simpática.
No es que no nos importe la corrupción, la delincuencia o el crecimiento económico, que es el clásico discurso de los últimos años de la derecha chilena. Importa. Pero menos que el padecimiento diario que provoca la carencia de un Estado que asuma las responsabilidades que individualmente no podemos asumir y el mercado no puede regular: educación digna, atención de salud de calidad e igualitaria, y así suma y sigue.
Si la hipótesis es acertada, Frei va por el camino correcto, al menos para aumentar su simpatía entre quienes se sienten más desamparados frente a un mercado que, teniendo ventajas, también precariza la vida cotidiana y que la posible victoria de Piñera amenaza con acentuar.
¿O no será ésta una diferencia real entre Frei y Piñera?

1 comentario:

Merlinux dijo...

Tener presente que:
http://www.olca.cl/oca/chile/region08/ralco014.htm

Tampoco me agrada la simpatía que ha manifestado por la energía nuclear, ni menos el paradójico nombre de su partido junto a los intereses que representa...

La verdad es que no me gusta el mafioso este, pero menos me gusta el sobrino del tío Sam. En cuanto al reptil aparecido, no le creo ni lo que sueña...

Una pregunta inocente...
¿En el hipotético caso de haber una mayoría de votos nulos, qué pasaría?

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